Cosas y recuerdos reconfortantes

La otra noche no podía dormir, y no sé porqué, me dio por pensar en las cosas que me han pasado que me traen buenos recuerdos, de esos que pase lo que pase, ahí están. Y de camino, también me llevó a pensar en esas cosas que me gustan, que son realmente tonterías, pero que me llenan de alguna forma inexplicable. Sé que esto no le importará a mucha gente, pero como este blog es mío y aquí pongo lo que me sale del alma... Y para no hacerlo muy pesado, los colgaré de uno en uno, para no volver loc@ a quien pudiera leer esto:

Un recuerdo inmejorable
Acabar mi primer libro, con once años. De este no se ha leído una sóla página nadie, salvando una única y honrosa excepción, y hoy por hoy no se lo dejaría leer a nadie; pero igualmente me sentí muy grande cuando lo acabé.

Supongo que el hecho de tener sólo once años al acabar el libro sorprenderá... simplemente diré que no era un libro muy extenso, que no estaba pensado para que lo leyera nadie, y que posiblemente la tarea me fue más sencilla porque tengo una imaginación que en cualquier momento le tengo que poner un piso, porque en la cabeza no me entra toda.